Cierto día yo decidí ir a visitar a mi amiga Mariela después de un año de no habernos visto.
Yo me fui llevando un regalo y ella me recibió con un fuerte abrazo.
Mi amiga me comenzó a contar lo que le había sucedido en su viaje y estuvimos conversando una largas horas hasta que anocheció y le pedí que por favor me acompañara a mi casa porque no me quería ir sola ella me dijo que ya así que nos fuimos y mientras caminábamos apareció un chico muy simpático, que se acercaba a nosotras.
El chico sonrió y se presento el dijo que se llamaba Eduardo; yo y mi amiga también nos presentamos; porque me dio la impresión que era un chico bueno.
Y desde ese día no he podido olvidar a Eduardo mi amigo me dijo que se había ido a argentina a estudiar y no sabia cuando volvería. Entonces yo me puse muy triste porque se había ido y no sabía cuando iba a volver hasta que pasaron los años y Eduardo pensó que yo ya me había casado, pero eso era falso.
El me confesó que antes de ir a argentina él se había enamorado de mi y que hasta ahora mantenía ese sentimiento hacia mi; también me dijo que si tuviera un oportunidad para entrar a mi corazón y yo le dije que si tenía esa oportunidad.
El siempre se iba a mi casa para salir a conversar o salir a un sitio agradable.
Poco a poco me fui enamorando más de Eduardo, claro nunca le dije mis sentimientos hacia él.
Hasta que un día el volvió a declararme su amor por mí. Y bueno yo le dije que sentía lo mismo por él.
El me pidió ser su enamorada, y yo acepte…….y él me presento oficialmente a su familia como su enamorada nos comprometimos e hicimos planes para la boda.
Llego el día de la boda y nos casamos y tuvimos muchos hijos y fui la mujer más feliz de este mundo.
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