Cursaba el 5° grado de primaria en un colegio que quedaba a unas cuadras de mi casa y en donde pase junto con mis amigas muchas anécdotas que quedaran por siempre como un recuerdo.
Bueno, estuve con mis recordadas amigas Gabriela, Pamela, Flor y Adriana en la escuela; todo estaba tan bien cuando llegó la hora de educación física y se nos acercó un compañero de clase llamado Jonny que era malcriado, él años atrás también había estudiado con nosotras y nos fastidiaba mucho, como a Pamela le gusta que la respeten, le dijo que dejara de fastidiar pero sin embargo él seguía de espeso. Y desde hace tiempo Pamela tenía ganas de golpearlo porque ya se sentía muy incómoda y enojada. Pero llego el día en que ya no pudo soportar más y lo que menos esperábamos paso…
Paso que ese día llegó, Pamela tuvo una botella de vidrio en sus manos que estaba tomando y sin pensarlo se lo tiro por la cabeza y le rompió una parte de la oreja. Por mi parte agradezco a Dios que no fue tan grave. En ese momento todo se le cruzo por la cabeza. Pamela no sabía qué hacer, la vi muy destrozada y asustada por lo que había hecho, mis compañeros la miraban como una completa desconocida. Como yo era su mejor amiga, Pamela me conto que no tenía intención de lastimarlo, lo hizo sin pensar. Mi profesor Richard se dirigió a Pamela y le dijo que citara a su mama para que hablen sobre lo que había sucedido y de los gastos médicos que debían realizarse.
Después de unos minutos ella echó a llorar, para mí era algo difícil de comprender e inexplicable ya que Pamela era una chica tranquila y que no era capaz de lastimar a nadie.
Llego la hora de salida y como yo siempre me voy con Pamela la aconsejé y le pregunté si es que en su casa pasan esas cosas, ella me contesto muy triste que su papá le pega a su mamá y que ella de tanto ver eso se ha quedado con un feo trauma y que quería desfogarse. Yo le di mi apoyo y le dije que ella necesitaba ayuda de un profesional en psicología para que le ayude a superar todo lo que estaba pasando y también para que aconseje a su padre que no debe pegar a su esposa. Como la mama de Pamela la va a recoger, la encontramos por ahí dirigiéndose hacia el colegio, se dio cuenta que estábamos en el parque, le preguntó a Pamela que le había sucedido ella desconsoladamente le conto el suceso. Su madre la grito y casi le tira una cachetada pero yo no lo permití, le explique que Pamela necesita ayuda psicológica por los traumas que había vivido en su casa, su madre me entendió.
A la mañana siguiente fui a casa de Pamela para ver como se encontraba y llevarla a un psicólogo. Sus padres se pusieron de acuerdo conmigo para que volvieran a ser la familia feliz que era antes.
Pasaron muchos años y la familia de Pamela se recuperó totalmente y vivieron felices.
Y ahora en el presente esto lo recordamos como una anécdota difícil de contar pero que nos ha dejado una marca muy grande en el corazón ya que fue muy triste lo que había pasado mi amiga Pamela con su familia. Pamela sufría mucho pero pudo superar todas las adversidades que a veces pasa en nuestras familias.Autora: Ingrid Gonzáles Manay
gran historia
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