Erase una vez un hombre que trabajaba, pero cada fin de semana se iba de parranda con sus amigos y su esposa lo quería demasiado pero no se daba cuenta de que el esposo se estaba perdiendo en las discotecas con sus amigos y una vez el esposo no le mandaron su cuenta de pago y se fue a ver a su esposa y le dijo:
-¡mujer dame dinero, quiero bastante dinero, porque me voy con mis amigos!
Pero como la mujer no quería darle dinero o no lo tenía, le negaba todo lo que el quería y el esposo como no le daban lo que el quería, quiso levantarle la mano a su mujer y la mujer le dijo:
¡Si tú te atreves a pegarme, no respondo! ¡Me oíste!
Pero el hombre dijo que jamás iba a intentar hacerlo, la mujer le creyó, pasaron días y el hombre no cambiaba y seguía en su misma necedad, pero un día llego a su casa y su mujer reclamándole le dijo:
-¡porque has llegado de nuevo así, en esas fachas!
El marido le respondió:
Porque mi mujer no me da lo que me corresponde
Comenzaron a discutir a tal extremo que llegaron al faltarse el respeto. La esposa indignada mando a llamar a su abogado para que venga a ayudarle solucionar sobre los papeleos de su divorcio, por que ella ya no aguantaba a su marido quería separarse rápido, porque no toleraría otra golpiza mas de su marido. Llegaron a la conclusión de que el marido le daría el divorcio a su mujer porque la vida de ella y la de su hijo estaban en peligro.
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